La importancia de la libertad emocional

Sin importar la infancia o la vida que tengamos, hay algo que durante todo el camino de eso a lo que llaman vida debemos tener: libertad. La libertad de tomar decisiones, simples o trascendentales, grandes o pequeñas, sentirnos libres por fuera, pero sobretodo por dentro. Luchamos por esa libertad, pero en ocasiones, personas llegan y nos la arrebatan. ¿Por qué lo permitimos? ¿Cómo pueden lograr que bajemos nuestras defensas a tal punto?

Llegados a este punto ya sabes de qué tipo de personas hablamos, personas tóxicas que lo único que quieren no es solo robarnos nuestra libertad física, sino nuestra libertad emocional. Quieren poseernos en todos los sentidos, a costa de robarnos la autoestima, el amor propio e incluso nuestros principios.

Cómo actúa una persona tóxica

Las personas tóxicas, por norma general son víctimas de víctimas, que no se quieren a ellas mismas y que por lo tanto no pueden querer a otros. No decimos que no tengan derecho a estar así por lo que hayan podido pasar en la vida, pero eso no les da derecho a querer poseer la vida de otros. Una persona tóxica comenzará a entrar en tu vida fingiendo algo que no es, tal como un parásito hace con su presa. Podría llegar como el espejismo de un oasis en tu sedienta soledad. ¿Sabías que las orquídeas son parásitos? Con su belleza extrema engañan a ese inocente árbol para vivir a su costa y llegar a ser una de las flores más bellas de la tierra. ¿A qué precio? Al de la salud del árbol.

A las personas que hacen todo lo posible porque te alejes de ellas, hay que hacerles caso

Del mismo modo, una persona tóxica te encandilará con su sonrisa, su simpatía o su mirada, pero recuerda siempre algo: una persona jamás puede fingir por mucho tiempo lo que no es. Pronto llegarán los malos momentos, esos de discusiones, de echar cosas en cara, de decirte que no vales nada, de asegurarte que si la abandonas no hallarás nada mejor. ¿Sabes qué? ¡Todo es una mentira que sin darte cuenta te has comenzado a creer! Vales mucho, por eso quiere estar a tu lado, para absorber tu buena energía.

Podrás hallar algo mucho mejor, esa persona lo sabe, pero utiliza esa mentira porque en el fondo sabe que cualquiera es mejor que ella. Una persona tóxica actúa como ese método de tortura en el que una gota de agua cae día y noche sobre tu cabeza. Cuando la gota deja de caer, la sientes todo el tiempo, como si siguiera ahí. Llegas a creer en sus mentiras, llegas a creer que esa persona es lo único que podrás tener, ¿y sabes qué? Ya tiene lo más valioso de ti: tu libertad emocional. Ya no puedes seguir con tu vida hasta que termines con esto, de raíz, tal como hay que cortar una orquídea de un árbol para que ambos sigan viviendo aunque por caminos separados.

¡Necesitas tu libertad emocional!

La libertad emocional es importante para sentirte bien contigo mismo y después poder hacer sentir bien a otros, independientemente de que sean amigos o una nueva pareja. No se puede hacer feliz a nadie si primero tú no eres feliz contigo mismo.Necesitas sentirte libre, necesitas quererte, solo entonces podrás querer a otros. Pero resulta que tu libertad emocional ahora la tiene otra persona.

¿Qué puedes hacer para recuperarla?

Quiérete. Mírate al espejo cada día, arréglate y piensa en cuánto vales. Dedica dos minutos diarios a hacer esto.

Di adiós a los parásitos. No sigas encariñado a algo que no funciona y que solo te hace daño. No importa si lo quieres hacer bien, siempre lo harás mal. Recuerda la orquídea, corta de raíz. Al principio puede ser doloroso, pero pronto te alegrarás.

No te preocupes por tu reputación. Las amenazas que te haga sobre tirar tu reputación ante los demás no deben preocuparte. Las personas que te quieren de verdad saben cómo eres, y siempre estarán de tu lado sin importar lo que otros digan.

Haz cosas que te hagan sentir bien. Baila, canta, viaja, escucha música de piano, ve a un spa... ¡cuídate! Esta es la mejor manera de recuperar tu autoestima y sentirte bien de nuevo.

Rodéate de gente positiva. Asóciate con personas que te hagan sentir bien, que te digan cuánto vales y cuánto mereces ser feliz. Personas que saquen lo mejor de ti en todos los sentidos, que te apoyen en tus metas y que no se rían de tus sueños. Cuando comiences a sentir el amor de otros, podrás quererte a ti mismo, y por ende, comenzarás a amar a los demás.

No es fácil desintoxicarse de estos ladrones de libertad emocional, pero es posible. Solo necesitas determinación y tiempo, y sobretodo buena gente a tu alrededor. Recuerda, no creas sus mentiras, vales mucho y puedes encontrar lo que mereces sin ese tipo de personas a tu lado. ¡No lo olvides!